jueves, 16 de junio de 2016

El nuevo megalómano (releyendo a Ayn Rand)

Rand, Ayn. "El nuevo intelectual"
Grito Sagrado Editorial.
Buenos Aires, 2009.


Portada del e-book. Alineada hacia
la izquierda con toda la intención :)
Por partes puede resultar entretenido, pero en general es medio bodrio. Filosóficamente es un panfleto, como lo son todos los manifiestos; a nivel literario es malísimo, el estilo es insoportable. Ni los filósofos franceses reiteran tanto una misma idea a lo larga de varias páginas.

Sin dejar de tener cosas interesantes, toda su propuesta filosófica es endeble porque Rand no ha sido capaz de (o no ha querido o simplemente le llegó por todo lo alto) comprender los procesos históricos y los pensamientos que los sustentan. Cierto que lo suyo se presenta como de una admiración irracional al capitalismo (fruto de haber pasado tremendas penurias en la URSS donde nació) y de un rechazo absoluto por el régimen estatal de su patria natal. Sin embargo, en su oda al capitalismo se percibe una fuerte crítica hacia el mismo, soterrada. En algún momento dice que el capitalismo en que vivimos no es el capitalismo ideal, tal y como los izquierdistas señalan que el socialismo soviético no fue el socialismo de manual, y que por eso el socialismo no ha fracasado ni volverá a hacerlo (porque nunca fue implementado). Así pretende defender Rand su capitalismo ideal, acusando de ineptos a quienes detentan el poder político y administrativo, y de irresponsables a los pensadores que, en su momento, debieron construir la base filosófica del capitalismo.

Además, ese odio visceral por todo lo soviético le hace contradecirse de una página a la otra, reiterarse y repetirse hasta parecer cura sermoneando a sus fieles un domingo por la tarde, orador de autoayuda o camarada en plena inducción a nuevos terroristas. Fácilmente, aunque a la autora le daría un patatús, este libro entraría encantado de la vida en el mismo estante junto con los de Connie Méndez y Paulo Coelho; al parecer, su obra literatura comparte dudosos méritos con los de Dan Brown y, otra vez, Coelho.

Este libro contiene fragmentos de cuatro "novelas", un ensayo y una presentación de la propia autora, con ribetes rimbombantes y megalómanos, acordes con la filosofía del "quiérete a ti mismo" y del "alcancemos la felicidad". Acordes también con el egoísmo y el objetivismo (?) que pretende plantear, aunque no tan claramente...

Lo leí por llenar un vacío cultural, y debo admitir que sí me ha dado luces respecto de todo lo que está del centro hacia la derecha. Rescato su idea de romper con el binarismo medieval que impera en nuestro pensamiento (cuerpo-alma, mente-corazón, bueno-malo) y que nos ha llevado a separar lo económico/pragmático de lo intelectual/artístico. De hecho, dice que esto último ha causado que los artistas sean unos inútiles que se juran bohemios, y que los empresarios sean unos hooligans autoritarios. En el medio, solo hay acollerados mediocres. El hombre libre (no habla de mujeres libres, por cierto) es aquel que se libera de las ataduras que regulan todo, desde el mercado hasta los deseos humanos, y del altruísmo (que no es sino una forma de subyugación caleta).

Ayn Rand no predicaba con el ejemplo; una miradita a su biografía (y en especial, a la forma en que subsistió al final de su vida) no nos habla precisamente de una exitosa empresaria que viviese de escribir, pero 1) es justamente lo que ella denuncia, la imposibilidad de hacerlo, y 2) digamos que, por citar un ejemplo al azar, la vida de Karl Marx tampoco fue un tronco de coherencia...

También habla de la estupidización del individuo y de las masas por el sistema... comunista. Tal vez obvió deliberadamente que de uno y otro extremo, para la administración de los pueblos, lo ideal es mantener la ignorancia en su punto de ebullición merced al manejo de la información por parte de unos cuantos. También acusa a las ciencias sociales de no estar en capacidad de autodenominarse ciencias, y creo que huelga señalar los porqués.

A mí me hizo plantearme algunas cuestiones, tipo: ¿son realmente opuestos el capitalismo y el comunismo, la izquierda y la derecha? ¿Es realmente liberal el capitalismo (y por qué el discurso más liberal hoy en día lo llevan los partidos de izquierda)? ¿Sabrán los autodenominados liberales que, según Randt (a quien tal vez hayan leído) nunca llegarán a serlo si no se dedican por completo a producir dinero y cultivarse por igual? (Ver la página 77 de está edición) ¿Es necesariamente bueno el altruísmo? ¿Es necesariamente malo el egoísmo (en su acepción filosófica)?

Digamos que lo medular de este libro se resume en:

1) Hay un desfase profundo entre conocimiento y realidad objetiva. El pensamiento filosófico no cumple con su deber de acercarnos a la verdad.

2) Existe una especie de plusvalía intelectual que es la base de toda la inequidad que vivimos en este mundo: los creadores (de ciencia, de fortuna y de dinero), por muy millonarios que sean, no obtienen lo que merecen pues la sociedad los presiona a dárselo a quienes tienen necesidades (y no hacen nada por ayudarse ellos mismos, como los pobres y los salvajes de los pueblos africanos, asiáticos y sudamericanos). ¡Y lo peor de todo es que hay gente que exige que los capaces mantengan a los incapaces, y les dice que si no lo hacen son personas malísimas...!

3) La imposición del miedo a lo sobrenatural inexistente proviene y a su vez produce un miedo al cambio, al riesgo, a lo desconocido... (supongo que se amplía el concepto en libros como "Tus zonas erróneas").

4) Todos hemos sido educados para dudar de nuestra capacidad de percibir y entender la realidad. Par creer que A es no-A. Ergo, esto nos lleva (y la verdad ya no me acuerdo cómo lo colige, pero lo afirma categóricamente en alguna página) a pensar que acumular riqueza es malo, y que despilfarrarla en "obras sociales" es bueno.

Y en todo esto, yo en realidad veo:

1) La misma crítica que el postmodernismo hace de las ciencias en general.

2) Lo segundo no estoy muy seguro con qué linkearlo, salvo con algún fundamento nazi o nacionalista de esos nuevos grupos que pululan por todo el mundo actualmente.

3) Un enfrentamiento con la enajenación, con lo cual comparte puntos de vista con Marx, Freud y varios más a quienes Randt critica (otro patatús le daría a Mrs. Rand).

4) Crítica al enfoque de derechos humanos y al uso que se le da desde las ONG (hay un libro medio izquierdoso que habla de la utilización de la pobreza por parte de los Estados, empresas y organizaciones internacionales).

Pero todo esto estaría mejor expuesto en menos páginas, con menos odio y menos autobombo.

Si una persona con pocas lecturas previas de ladrillos filosóficos llega a este libro, y en general a Rand, y siempre y cuando su entorno familiar/amical no se incline hacia la izquierda, "El nuevo intelectual" le deslumbrará y dará excusas para inclinarse por la discriminación, el racismo... el facismo. Y potencialmente podría convertirse en Phillip Butler, Martha Chávez o un Cipriani wanna be, pero con pátina ideológica. Por otro lado, una persona que solo haya leído ladrillos filosóficos de izquierda no pasará de las primeras páginas, tal vez porque el estilo de Rand le recuerde al de aquellos que admira/idolatra. Y, valgan verdades, algunas de las cosas que Rand plantea como críticas al socialismo y al comunismo son bastante acertadas, en especial cuando aborda la deshumanización intencionada y planificada del individuo (que en el capitalismo ni es intencionada ni planificada, es más bien a la mí qué chú pero muuy efectiva, eso sí).

Ah, por cierto: ni rastro del liberalismo, egoísmo y objetivismo que genial y mensuradamente celebra Neil Peart en las letras de Rush...



1 comentario:

  1. Hay repeticion. Para mi emerge que lo banal + lo superficial se combinan con lo vendible dando como resultado este libro (y otros muchos mas parecidos. Uno mas al monto. Hubiera sido mejor (quizas) si hubieras resumido mas los argumentos.

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