miércoles, 7 de marzo de 2018

De Rusia con amor...

Cultura y explosión. Lo previsible y lo imprevisible en los procesos de cambio socialCultura y explosión. Lo previsible y lo imprevisible en los procesos de cambio social by Yuri M. Lotman
My rating: 5 of 5 stars

Lo gradual y el cambio radical como motores de evolución histórica son las cuestiones que Lotman analiza en este conjunto de ensayos sobre la cultura, que dígase de paso, resultó ser su última publicación en vida. Sin abandonar la noción de la semiosfera -pero sin incluirla abiertamente-, el autor explica una serie de procedimientos mediante los cuales las culturas evolucionan y los reduce, con fines didácticos y con plena conciencia de que no se agotan en tal binarismo, al cambio gradual y a la explosión, esta última consecuencia del amplio abanico de posibilidades en el que se abre el devenir y de los cuales suele encaminarse hacia lo imprevisto. Luego, con la perspectiva del tiempo, lo imprevisto es revisado como el único devenir posible al considerar las causas y condicionantes. Sin embargo, dice Lotman, esto no es más que un efecto de sentido: el devenir histórico ni está marcado por la causalidad, ni es gradual ni explosivo; todo depende de cómo concibamos y qué entendemos por historia, por la revisión del pasado.

Lotman pone en entredicho todo aquello que damos por sentado: la objetividad del lenguaje, la irracionalidad de lo sueños, la tensión entre binarismos oposicionales, la imprevisibilidad de la moda, entre otros, y lo enmarca en lo que podría ser entendido como una teoría de la construcción de los límites culturales: el yo y el otro, el nosotros y las otredades. Y le da a la semiótica la posibilidad de leer estas realidades como textos (finalmente, para él el fenómeno cultural no es otra cosa que textos superpuestos y textos en pugna), y discute la probabilidad de que ante nuevos textos se pueda ser predictivo de cara a los devenires. Esto último tal vez no sea posible, pero por lo menos nos debería ayudar a comprender ciertos pasados para evitar ciertos futuros.

Tal vez para un lector poco empapado en cultura rusa algunas referencias -que fungen de ejemplos- resulten inaccesibles... para solucionar eso siempre tendremos Google y Wikipedia, que no son la gran cosa pero nos ayudan a salir del paso, por lo menos para seguirle el paso a Lotman en su tremenda vastedad intelectual.

La obra es útil por las conclusiones a las que llega, siempre y cuando uno acepte los presupuestos de Lotman (especialmente, la existencia de la(s) semiosfera(s). Por otro lado, cabe señalar que estos postulados apuntan a convertir a al semiótica en una herramienta de análisis social, cosa que posteriores autores retoman y perfeccionan. Así las cosas, Lotman resulta ser tan antropólogo como comunicador.


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Masonería, etnicidades y revoluciones

El siglo de las lucesEl siglo de las luces by Alejo Carpentier
My rating: 5 of 5 stars

Ya se ha escrito muchísimo sobre Carpentier, El siglo de las luces y lo real maravilloso. La historia de Víctor Hughes, que en realidad es un pretexto para contarnos la historia de Esteban y que, nuevamente, es un pretexto para contarnos la historia de Sofía, es un espiral de datos históricos, pesquisas psicológicas y disquisiciones filosóficas de grueso calibre que se adelantaron por varias décadas a la realidad Centroamericana y Latinoamericana en general. De hecho, escrito hoy sería una alegoría de la Cuba castrista y Hughes, el álter ego del dictador… aunque más tenga de Chávez, de Evo y de Trump.

Se adelanta también a cómo terminan las dictaduras que comienzan con buenas intenciones, de cómo ciertas propuestas políticas —izquierdistas, básicamente— sucumben al sistema dentro del que han sido gestadas, inventadas, deducidas, y terminan haciéndole el juego a lo que pretenden combatir. La revolución francesa fue un ejemplo de las idas y venidas más absurdas, crueles y sanguinarias, que salpicaron no solo la Francia continental sino también a sus colonias. Las Antillas se convulsionaron enfrentándose hasta cuatro fuerzas: franceses, ingleses, españoles y aquellos que, nacidos en el territorio o importados como mercadería esclava; en medio de la revuelta, poco quedó que se haya podido reciclar en Estados naciones.

La pregunta es si valió la pena tanto sacrificio para tan gran avance pero para el retroceso que vino luego.

Carpentier entrega símbolos bastantes claros de este enfrentamiento entre razón y pasión, verdad y mentira, justicia e injusticia. Desde las primeras dos páginas, que son tal vez las más emblemáticas de la literatura en nuestro idioma, queda claro el paralelo entre la guillotina y el destino / Dios —católico, cristiano, masón, filosófico—, pues es su poder el que marca el curso de los acontecimientos. Expone además la cobardía de los valientes, el racismo de los libertadores de negros, el hambre de poder de los antimonárquicos… personas perfectamente humanas, como lo son por ser personajes históricos.

Yo me sigo quedando con la belleza del capítulo XXIV y el contraste que viene inmediatamente después con el XXV. El realismo mágico está ahí, en esas páginas, en todo su concepto hecho literatura, condensado en una escena que no se mueve en el tiempo pero que psicológicamente resulta todo un viaje. De ahí pueden deducirse las claves de qué es lo RM para Carpentier: la intersección de las fuerzas de la naturaleza con las fuerzas de la cultura humana. Me explico; hay hechos que no son comprendidos por la humanidad porque simplemente no tienen una explicación humana, lo que no significa que no existan para sí mismos. Para explayarse en eso, Carpentier nos hace ingresar previamente al mundo de los símbolos y los signos herméticos de la masonería —difícilmente la novela se pueda entender sin una pincelada del tema—. Lo RM sería el choque entre lo que no tiene significado en la naturaleza pero sí significante en la cultura humana. El mar, los tornados, el asma, las pestes, el amor… la fraternidad, la igualdad y todos esos ideales no pueden ser asidos por hombres que no los entienden pero se explican como pueden. La única que capta todo en su real dimensión es Sofía, que se me hace un personaje feminista por demás y que debería ser tomada en cuenta por los movimientos ad hoc.

No creo que Carpentier haya querido dar una moraleja sobre todos los temas que aborda, especialmente los políticos, pero los retratos son bastante elocuentes y las simbologías / metáforas un poco más que evidentes como para arribar al puerto que nos quiere llevar. La fatal universalización de los ideales universales, la verticalidad de las ideas bienintencionadamente impuestas, la precipitación de las etapas… de lo cual solo queda salir dignos, como Sofía y Esteban, quien volvió a ver la máquina tal vez en referencia circular a las últimas páginas en que le perdimos el rastro.

Y ya. A Carpentier no hay que recomendarlo, ¿cierto?


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Novelita sentimental para chicas burguesas

Un golpe de dados (novelita sentimental pequeño-burguesa)Un golpe de dados by Victoria Guerrero
My rating: 3 of 5 stars

Guerrero no engaña cuando describe a "Golpe de dados" como una novelita sentimental pequeño-burguesa. Debe asumirse entonces que el producto, como tal, ha sido deliberado.

Nadjia, la protagonista, se inserta en el imaginario de la mujer ultra romántica e idealista, que ama demasiado y sufre en exceso, y como tal pretende ser un correlato de cómo la pequeña burguesía limeña se involucró en el conflicto interno peruano: distante en sentimiento y compromiso, en picado vertical por las ideologías, con un aire de superioridad general. Es como si la enajenación del personaje se hiciera extensiva a la sociedad, y nadie sepa qué guerra pelea ni por qué, más allá de la inercia.

En este universo y bajo esta lógica es que resultan relevantes las relaciones familiares, amorosas y amicales, como único soporte y filtro capaz de darle sentido al mundo narrado. La autora establece paralelos entre el silencio y la inacción, el amor y la guerra, la locura y el desgobierno, con una prosa poética que por momentos resulta chirriante, pero en general se deja leer y llega a entregar imágenes bellas (aunque no muchas). También algunas de sus imágenes, metáforas y juegos de palabras resultan demasiado evidentes; además que de la guerra interna desde la voz de la burguesía ya tenemos suficiente. Y sin embargo, con los actuales intentos gubernamentales por callar las atrocidades de la dictadura fujimorista, parece que serán las únicas voces que podremos escuchar para intentar una resistencia de la memoria.


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jueves, 25 de enero de 2018

¿Podría irse usted al cuerno con su investigación sobre la clase media?

Mafalda: historia social y políticaMafalda: historia social y política by Isabella Cosse
My rating: 4 of 5 stars

Isabella Cosse es una historiadora uruguaya especializada en la construcción social de familias e infancia… y también en la producción artística de Joaquín Salvador Lavado —aka Quino—. Con esto advertido desde el primer movimiento, queda claro cuál será el derrotero de este libro consagrado a Mafalda, híbrido de ensayo y tesis.

La autora traza una línea histórica desde la creación del personaje —1963—, más proceso que acto puntual, hasta más o menos el año 2010 —la investigación lleva por cierre 2012—; esta resulta de lo más amena en los primeros dos capítulos porque enlaza en casi cada párrafo un hecho con una o más viñetas mafaldescas. Si uno es fan de Mafalda y se sabe de memoria todas las tiras, toda la sección de preliminares se irá en un pispás. La premisa en esta parte del libro es arraigar a los personajes con la época en que fueron creados para plantear, en capítulos posteriores, una serie de teorías sobre la vigencia, la fama y la construcción del mito en torno a aquellos.

El tercer capítulo esboza las razones, siempre según Cosse, por las cuales Mafalda se volvió asunto mundial; para eso se centra en tres países: Italia, España y México. Los dos primeros queda claro el por qué, pues la recepción positiva y el encumbramiento fueron casi descabellados, correspondiendo a una coyuntura que redefinía la noción de cultura popular a la luz de ideas progresistas, plus el toque exótico de que Mafalda era sudamericana y ya saben, eso a los europeos los vuelve loquitos. Más bien lo de México suena medio caprichoso, pues a cualquier latinoamericano le parecerá que su propio país era una mejor opción de análisis. Mafalda en Perú, por ejemplo, tal vez sea el personaje argentino más popular y querido, al punto de que casi nos creemos que de verdad existe, y también proliferan ediciones piratas de sus libros —casi a la décima parte del precio de un original— y merchandising de todo tipo. No tuvimos ediciones peruanas en el ámbito formal pues la clase media —su público objetivo según Cosse— podía acceder a las de Ediciones La Flor, pero hubo una “clase popular” que se identificó furiosamente con la tira cómica y accedió a ella gracias a la piratería. Considerar esto, claro, iba a echar por el suelo o por lo menos incomodar la teoría de Cosse acerca de la identificación con una clase media de rasgos universales que acogió en todo el mundo al personaje, y ampliaría el público objetivo de la investigación afectando a las hipótesis y conclusiones.

El cuarto capítulo enumera sucesos de la historia contemporánea Argentina en los cuales, de una y otra manera, Mafalda y Quino tuvieron protagonismo. El quinto despliega todas las hipótesis con el fin de corroborarlas: Mafalda, como consecuencia de la feliz confluencia de la genialidad de Quino y las coyunturas sociales, políticas y culturales, se ha constituído como un mito eliadeano en casi todo el planeta y, como tal, es casi una personalidad de carne y hueso.

Las conclusiones, interesantes pero siempre discutibles, apuntan a la capacidad del “humor intelectual” de reflejar y operar sobre la identidad de los colectivos —más bien subculturas; aquí, Mafalda sobre la clase media—, es decir de dar testimonio y a la vez retroalimentar aquello que retrata, como cualquier producto cultural, merced a un acercamiento por igual cálido y crítico, entrelazando lo político con las vicisitudes de las esferas personales, familiares y barriales. También plantea que, por diversos motivos, Mafalda ha sido bien recibida por colectivos disímiles —desde la ultraderecha a la ultraizquierda, desde niños a adultos, mujeres y niños, ONG y grupos armados; ¡solo le falta ser icono LGBT!— en función no de los contenidos políticos sino de los afectos sociales, en lo que resultan gravitantes la edad y el género —una niña— y la actitud —contestataria—, rasgos supuestamente contradictorios que la caracterizan, así como el entramado de significaciones que emanan de la interacción de los personajes y de el amplio abanico de características con los que el público puede identificarse.

El libro se deja leer más que nada por el tema que aborda, pues adolece de todos los problemas estilísticos de los grandes ensayos sociales latinoamericanos; probablemente sea insoportable para algunos pero a los que ya estamos habituados no nos hará ruido. Más bien, centrándonos en los aportes, desde la aproximación diacrónica-sincrónica y el marco teórico —heterodoxo y alguito posmoderno—, este tributo a Mafalda y a Quino resulta fascinante. Está obsesivamente documentado —se entiende por qué: las obras de Quino se manejan de tal manera que se pueden citar casi de memoria hasta con año de edición y número de página; por lo menos me sucede a mí y obviamente también a Cosse— de tal manera que cada premisa se ratifica con un hecho o una conclusión debidamente formulada.

Pero, como ya se ha señalado, lo que falta en esta investigación es una mirada más amplia a la sociedad latinoamericana, a aquellos sectores que de clase media, como los define la academia latinoamericana, nada tienen y que arroparon a Mafalda como icono no necesariamente de la misma manera como aquella aludida clase media, profundamente investigada en estas páginas.

Una obra para fans de Quino y para sociólogos-antropólogos-comunicadores que quieren ampliar sus conocimientos sobre construcciones culturales y consumo / creación popular.


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miércoles, 24 de enero de 2018

El turno de la vengadora

A todo riesgo: Memorias airadas de una PretenderA todo riesgo: Memorias airadas de una Pretender by Chrissie Hynde
My rating: 4 of 5 stars

Si uno es fanático de Pretenders, muchas de las cosas que cuenta Chrissie Hynde en “A todo riesgo” no llegan a sorprender; sorprende lo que ella dice sobre esas cosas. El libro empieza con su infancia y termina con la muerte de Jimmy Honeyman-Scott y Pete Farndon, guitarrista y bajista del grupo, por sendas sobredosis.

En el ínterin Hynde narra sin mucho entusiasmo suceso tras suceso hasta que el libro despega justo cuando la banda es creada y empiezan a tocar; en ese punto la lectura atrapa. Antes de esto, puede resultar cansino enterarse de las aventuras sexuales, etílicas y farmacéuticas de Hynde —aunque, como apunto más adelante, otros son los tópicos que van amarrados en la primera parte del libro—. Excepto porque la pluma se le da naturalmente y consigue entretener a pesar de repetir ciertas anécdotas una y otra vez aunque con distintos protagonistas.

Además, guiño para fans, casi cada capítulo del libro brinda claves para entender sus canciones: Precious, Kid, Brass in Pocket, The Wait, Tattoed Love Boys… sobre este último tema giró la controversia que alimentó varias páginas de tabloides. Hynde se asume responsable de los abusos sexuales que sufrió a lo largo de su juventud por andar colocada, bebida o simplemente por estar en compañía de hombres peligrosos. Esto es algo por lo cual las feministas cargaron contra ella aunque, a diferencia de otros casos, no hubo disculpas sino más bien una defensa del argumento por parte de la autora. Total, es Chrissie Hynde y sanseacabó.

Lo que sí queda clarísimo es que Hynde y Pretenders casi se van por el caño a causa de las drogas, en un mundo en el cual ser artista de rock iba o va de la mano con el desbande de sexo y drogas. Hynde lo cuenta todo con mucha objetividad… asumo que ella firmaría encantada de la vida el manifiesto de las francesas contra el #MeToo, porque su capacidad de resiliencia para superar los abusos sexuales y el haber tocado fondo con las drogas sirve como argumento para reivindicar que una mujer puede ser víctima sin necesidad de tragarse los colaterales —que ser víctima es una circunstancia y no una constante de vida—.

Pero hay más en “A todo riesgo”. La parte que no es sobre Pretenders es un retrato de Akron, Cleveland y EEUU bastante descarnado, con reseñas de acontecimientos políticos propios de los sesenta y setenta —Vietnam—, revueltas estudiantiles con muertos incluidos —algunos cercanos a ella—, tensión racial y de clase —es la época cumbre de los Black Panters—, misoginia y homofobia de los cuales Hynde plantea retratos puntuales. Con esto se confirma la teoría de que una autobiografía solo es digna de ser leída cuando sirve de retrato, por extensión, de las raíces y del contexto físico, social y cultural de la persona convertida en personaje. Una suerte de ecología o antropología del rock.

Y lo mismo hace cuando aborda París o Londres. Particularmente, el ambiente punk está tan bien descrito que casi se pueden oler las pocilgas y los tragos.

El retrato psicológico que hace Hynde de sí misma también es aceptable: muestra su mal carácter y su irreverencia mientras que, por otro lado, siente tal respeto —¿miedo?— por sus padres que les oculta el 90% de las cosas que va viviendo. Además, claro, de la paradoja de haber vivido tan libre siendo a la vez tan conservadora. En fin, un ser humano contradictorio, como todos nosotros.

Demás está decir que el libro está PLAGADO de nombres de famosos que formaron parte de su entorno: Ray Davis, Stevie Nicks, Iggy Pop, David Bowie, los Sex Pistols, Siouxie, Joan Jett, UB40, The Clash, Lemmy de Motörhead y muchos más pueblan las páginas alimentando diversas anécdotas. También cabe mencionar que esta es una clase maestra de cómo formar una banda de rock, de cómo sobrevivir a las drogas… hasta de cómo grabar un álbum, manejar una gira, realizar un concierto… hay de todo en este manual del pop rock.

Lo más interesante, para mí, es el “retrato femenino” de Hynde quien, sin darse cuenta e incluso a pesar suyo, resulta ser un alegato feminista, una especie de “cómo ser mujer y no morir en el intento”. Porque si bien queda claro que una estrella de rock no nace sino se hace, con mucha más razón una estrella de rock mujer. La especificidad de esta autobiografía es esa: la ecuación formada entre la mujer, la sociedad, los choques culturales y la cuesta arriba que resulta vivir a pesar de uno mismo.


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La cosa nuestra

Hasta nunca, mi amorHasta nunca, mi amor by Massimo Carlotto
My rating: 4 of 5 stars

Si uno se sacude la moralina, puede pasar un excelente rato leyendo este libro. Personalmente no lo encuentro a la altura de un Chandler o un Simenon, pero lo cierto es que hay diferencias sustanciales de fondo y forma.

La trama: Un exguerrillero de extrema izquierda, perseguido por la justicia a causa de una serie de crímenes que incluyen asesinatos y atentados terroristas, busca reintegrarse a la sociedad, hacerse ciudadano y encontrar la tranquilidad de una vida promedio. En el camino da rienda suelta a su misoginia, su desprecio por los demás en general y su gusto por asesinar personas, y de paso deja en claro que nunca comulgó con las ideas que lo llevaron al extremo.

El grueso del relato detalla un asalto del cual él se encarga de la logística y de las traiciones. Una breve introducción da cuenta de los prolegómenos y hacia el final nos daremos cuenta de todo lo todo que está dispuesto a hacer el protagonista para conseguir llevar una vida plena.

El protagonista y sus fobias sostienen toda la trama al punto de ser más un thriller psicológico que una novela negra. Lo interesante es que muchas de las acciones y de los pensamientos del personaje —que es el alter ego del autor— son descritos y están justificados de tal manera que uno llega a sentir empatía por un ser despreciable por todos los lados. Es más, uno se ve reflejado en varios momentos de la narración y hasta se queda pensando en las posibilidades concretas de robar un banco o de cometer alguno de los crímenes detallados en estas páginas. La sensación de disfrutar una novela en la que el 90% de los personajes mueren asesinados por el protagonista —con detalles sórdidos— es realmente inquietante.

También hay un interesante comentario político sin caer en el panfleto: la derecha y la izquierda se tocan en los extremos, y corruptos hay en todas partes. Además, el universo de “Hasta nunca, mi amor” es de dominio exclusivo de los hombres, las mujeres forman parte del decorado o solo sirven para ser vejadas. Los inmigrantes —croatas, albaneses, españoles, africanos, sudamericanos— son todos criminales pero, a diferencia del protagonista —italianísimo—, son criminales mediocres. Sin embargo, el autor se las arregla para no suscribir todo esto sino para mostrarlo de forma cuestionadora, a la par de colocarnos en la incómoda situación de justificar junto con él y su protagonista todos los prejuicios. Como tal, la novela resulta un buen ejercicio de introspección.

Carlotto escribe casi con displicencia, como si despreciara soberbiamente a sus lectores pero, al mismo tiempo, llevándonos a su mismo nivel de megalomanía para compartir el mismo rencor que siente por una sociedad enferma y sin cura posible, disfrutando al mismo tiempo de la degeneración del universo narrado. En ese sentido, da para analizar cuáles son las estrategias literarias con las cuales consigue tamaña proeza sin dejar la simpleza y sin darle demasiadas vueltas a una historia que solo puede terminar de dos maneras posibles.


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Volver a la guerra

HHhHHHhH by Laurent Binet
My rating: 3 of 5 stars

Lamentablemente no es la gran novela que pretenden vendernos y considero que está muy por debajo de “La séptima función del lenguaje”, del mismo autor. El problema principal es que no hay un nexo entre la camionada de datos históricos vertidos y la razón por la cual están puestos ahí… sí, el mismo autor lo reconoce, no tienen una especificidad y varios están puestos gratuitamente, pero esto no puede ser una excusa. ¿O basta con que un autor nos advierta que su novela es mala para aceptar todo lo mala que es su novela?

Laurent Binet también gasta demasiadas tinta y páginas en contarnos cómo le afecta a él la historia que cuenta, pero este recurso se siente como un mero capricho porque nada justifica la machacante presencia de la voz del autor en todo momento. Más allá de conseguir algunos ingeniosos saltos de tiempo y espacio, el recurso se vuelve cansino. Además, su lugar de enunciación llega a ser chirriante: no creo que ningún otro libro reúna tanto adjetivo despectivo contra los nazis, al margen de que se los merezcan; eso y la obsesión por dejar claro que los SS eran unos imbéciles en cuestiones logísticas y que solo eran efectivos masacrando inocentes… tal vez sonaría menos forzado si nos dejara más claro por qué le afecta tanto la historia. Sí, el autor es de izquierda, francés y judío pero eso, en la novela, no se siente orgánicamente amarrado con la historia del atentado contra Heydrich.

Lo que sí merece una mención aparte es la forma en que narra el atentado y los hechos inmediatos previos y posteriores. Pero es como si la novela valiese la pena solo desde la segunda parte (que representa menos de la cuarta parte del total); ahí sí hay una narrativa decente y una conexión orgánica entre la historia y la metahistoria. Eso, además de la cantidad de información (innecesaria para la novela, necesaria para el registro histórico) hacen de este libro una novela promedio, ni tan mala pero para nada extraordinaria, que resulta más interesante como libro de consulta y hasta como manual de redacción y narrativa.


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